jueves, 2 de agosto de 2018

Descenso horizontal

Día 0 de un mes no sé cuál del año qué importa
La casa sudaba una brisa suave caída a la tierra amarillo escarlata
El nogal erguía sus pies asomando sonrisas blancas
El perro movía la cola
Y todo era ecos azules repeticiones cuadradas repeticiones azules
Repeticiones
La mesa bien puesta siempre a cortinas cerradas
Sentados en la mesa bien puesta los muertos
Los muertos bien puestos a comer salud amén.

El perro ladraba serpenteaba su cola
La casa mostraba la lengua
Lloraba
Entre las sombras el árbol sacaba silentes sables sudados de sangre
Socorro
El árbol de hojas dentadas que recibía las lágrimas
Mostrando en cada gotita mil rostros y he ahí al padre
Lo vi
No podía desertar de la tierra de su boca
No podía ahora armarme sin general incubado entre los muertos
No pude abrir la boca y llorar
Las serpentinas del silencio se metieron por mis ojos
Qué palabras, padre, te dije
Ladraste y exigiste las lecciones de a e i o u
Me educaste por el padre el hijo y el espíritu santo
Pero, ¿qué hiciste, padre, con el padre?
¿No ves que me llaman guacha?
¿No ves que no tengo rostro
Que no me ven
Que no me veo
Que estoy vacía de soplos salvajes o violentos o tiernos
En mí
Vacía de santos vivos
Vacía de padre?

Del padre al vacío me hago

¿Por qué nos trataste de muertos en tu propia tumba de hombre?
¡Ay, padre!
¿Qué hiciste con los brotes de tu árbol?
Incendiaste la hojarasca y te burlaste
Nos insultan
Nos dicen hijos de
padre
Hijos de Puta

El frío galante en ausencia y presencia me tuerce el pescuezo
Se cuela lo azul en el verde de mi fruta inmadura
La serpiente muda su piel en mí
Pero yo
Yo busco busco otras pieles embrionarias desde Arica hasta Punta Arenas
Cepillo mi silencio gris y enfundo mi almohada
Punteo mis íes con otras desolaciones bien robustas
Yo soy la carne hincada que busca los huesos en el suelo infectado
María y José hagan su Jesús en mí
En espasmos en mí
Amén
Jesús entra en mi templo con tu cruz negra
Entra bien adentro y encógeme
Busco espíritus y santos en los hijos
Busco cruce y fricción de los cuerpos
En el nombre del padre
Por los padres de los padres
Amén

Santificadas la puta y la guacha arrodilladas lloramos
Piedad– Y maldecimos–
El perro que aúlla sonríe al árbol enraizado
Le pago en monedas de sangre bien coagulada
Ahora tengo un tejido
Tengo un ramaje estomacal bien uncido
Bien estriado bien armado lo amo
Amo al perro que llora
Amo a la puta y al padre que me hicieron bien guacha
Los amo

Aquí mismo me marcho a mi misma
Me escapo por los escombros despeinados de mi sur
Me arrullo en la tierra que abandona mi norte de pasos
Me habito despacio de luces de colgajos tejidas
Ahora dejo la cuna caliente
Abandono la tumba que espera por ti

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